Mi vida junto a Sasha Grey es un conjunto de cuentos que narra la deriva de unos personajes que han perdido su lugar en el mundo y que buscan afirmarse a lo que sea. Perdedores, inadaptados y marginados se dan cita en este libro para configurar un universo en el que la derrota colma cada rincón que habitan.

 

Con un lenguaje propio del influjo de la cultura pop y del lumpen chileno, sus ocho relatos presentan la experiencia cotidiana de un país decadente y enfermo, pero entrañable.

 

Christopher Rosales (1989) toma recursos del porno, videojuegos, fútbol, bandas de culto, películas de acción, lucha libre, sectas y asesinatos en serie, para narrar los sueños rotos de lo que pareciera ser otra generación perdida.