En El elogio de la sombra Tanizaki se ve enfrentado a un problema de orden estético-funcional: decidido a construir una casa tradicional japonesa, pronto descubre que los avances tecnológicos traídos de Occidente, como la calefacción, el teléfono y la luz eléctrica, destruyen por completo la armonía nipona con su brillo estridente. Pero estos inventos no solo se encuentran en el espacio privado; han invadido restaurantes, hoteles y la vía pública al punto de que prescindir de sus comodidades parece una locura en la vida moderna. No obstante, al haber sido inventados en Occidente, en donde el aliado de la belleza siempre ha sido la luz, no han sabido adaptarse a la vida propia de Japón, que durante siglos ha cultivado el gusto por la sombra.
En este brillante ensayo, fundamental para adentrarse en el pensamiento japonés, Tanizaki desarrolla con gran refinamiento el contraste entre dos mundos: el Japón tradicional, que valora la sutileza y el ocultamiento, y la modernidad deslumbrante, ciega a los misterios de la oscuridad. En sus páginas, Tanizaki explora cómo las sombras —en la arquitectura, el diseño, el arte y en la vida cotidiana— son una fuente esencial de belleza en la cultura japonesa. La penumbra, que en Occidente se percibe a menudo como algo negativo o siniestro, incluso sucio, es aquí celebrada como el espacio donde se revela lo más profundo de la experiencia humana. Accedemos así a la belleza de la luz vacilante de una vela, al color de los papeles viejos, a la pátina que recubre los objetos gastados y a la sombra casi palpable en el interior de las construcciones japonesas en donde apenas logra entrar un rayo de luz.
El elogio de la sombra - Junichirō Tanizaki
Junichirō Tanizaki (Tokio, 1886 - Yugawara, 1965) es uno de los maestros de la literatura japonesa moderna, conocido por su exploración de los deseos humanos, las dinámicas familiares y la tensión entre tradición y modernidad. Nació en una familia acomodada de comerciantes, pero la ruina financiera de su padre marcó su juventud y lo acercó al arte. Ingresó a la Facultad de Literatura de la Universidad Imperial de Tokio, donde comenzó su interés por la literatura clásica japonesa y occidental, pero tuvo que abandonar sus estudios debido a dificultades económicas.
En sus primeros años, su obra reflejaba la influencia de la literatura occidental, con un estilo audaz y provocador. Sin embargo, luego del terremoto de Kanto en 1923 se vio obligado a mudarse a la región de Kansai, donde se sumergió en las tradiciones y paisajes del Japón clásico, lo que redefinió su enfoque literario. Sus novelas posteriores reflejan una fascinación por la estética y la sensibilidad propias de Japón. Se dice que Tanizaki prefería escribir con tinta tradicional y en un entorno diseñado para inspirar su imaginación, rodeado de objetos antiguos que evocaran la atmósfera de tiempos pasados.
En El elogio de la sombra Tanizaki no solo reflexiona sobre la belleza de la penumbra y los matices de la luz, sino que también propone una defensa de la estética japonesa frente al avance de la modernidad occidental. Este ensayo se ha convertido en una obra esencial para comprender la sensibilidad de Japón y la visión única de Tanizaki sobre la vida y el arte.